Tormenta de truenos,
colmillos de metal,
llueve en mis sueños
y en ellos un monstruo letal,
en ellos una bestia inmortal.
Mas el animal no liberara su furia,
si no que la domina, la someta,
pues la calma precede la tormenta
y del desastre nace la lujuria.
Oscura alma encarcelada, prisionera
en muros de carne, jaula del corazón.
paciente la bestia reposa, ansia huir.
Ansia correr como un rallo,
ansia alcanzar el relámpago.
Mas la bestia ahora tranquila descansa,
como el mar antes de la tormenta,
Comparada con la belleza del campo de batalla
Después de ser pisoteada y devastada....
la destrucción sometida a la espera,
la ira sostentada por la existencia,
reposa la bestia nunca más soñara,
nunca más volara... Nunca más...