Vagamente recuerdo como comenzó el incendio, tan solo sé que ahora lo
sobrevuelo contemplando como las llamas destrozan el rascacielos, y en
mi cara se dibuja una sonrisa…
¿estoy loco?
Me
posé en lo alto de otro edificio cercano, contemplando como la luna
brillaba sobre las llamas, pero sabía que me faltaba algo y lo
necesitaba… ¡pero sin ella no podía hacer nada! Salvo usar mis propias
manos…
intente llamarla una vez más extendiendo el brazo, pero no había manera, no estaba aquí tampoco…
La
sociedad empezó a darse cuenta de este caos hace tiempo pero siguen
dando escusas a todo, tendré que hacerme notar más hasta que aparezca.
Me
lancé extendiendo las alas buscando un objetivo, pero no conseguía
visualizar una víctima potencial, necesitaba saciar la sed de muerte que
tenía desde que desapareció, pase varios edificios, alejándome del caos
que había en el centro y cuando estaba a punto de alzar el vuelo, ¡la
vi!
Llevaba el colgante… por eso no podía llamarla a mí, tenía que
arrebatárselo, pero volvía a tener esa sombra pegada a sus pies, con
ese aura negra, no podía acercarme o desataría una encarnizada pelea de
la cual, desarmado, lo más probable es que perdiera.
Escuche
un aleteo cercano que no era el mío, habría pensado de que era un
pájaro más, pero el graznido de cuervo me confirmo que era otro Djin. Y
seguramente dispuesto a arrancarme las alas, lo que me faltaba, ¿dos
demonios en el mismo lugar? Opte por desvanecerme para evitar que me
viera, pero este me olio… así que profirió un potente grito, el cual
rompió los vidrios de los edificios, volviendo a causar el caos en la
calle, causando que la chica se escapase, no pude controlarme y me lance
hacia el demonio usando los pocos poderes que me quedaban, imbuí mi
puño de llamas y le aseste 3 golpes en su mugrienta carne, desprendiendo
ese típico olor nauseabundo, pero este en vez de encararse fue directo a
por la chica.
Entonces escuche al Djin hablar… y dijo:
-despierta ya, ¡jamás la podrás alcanzar con una sola ala! Y menos mientras la oscuridad la posea.
Volví a caer en picado hacia el fondo, con la mirada perdida en el cielo, viendo como las burbujas iban subiendo...
otra vez me podían...